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viernes, 8 de julio de 2016

LOS DERECHOS DE LOS LGBTI NO SON IGUALES A LOS DERECHOS DE LOS PEDÓFILOS.

He quedado sorprendido en los últimos días leyendo unos artículos que hablan de lobbies que están haciendo pedófilos en diferentes estamentos estatales en ciertos países, reclamando igualdad en los derechos que se les ha otorgado a los miembros de la población LGBT.

Por fortuna la respuesta que se ha dado ha sido unánime, y es que dicha solicitud no tiene ni ton si son, toda vez que “los derechos de los niños, prima por encima de los derechos de los adultos”. Esta es una norma, que se puede decir, universal. Pero para entender un poco todas las partes involucradas, revisemos que son los conceptos de población LGBT, Pedofilia y niñez.

Los miembros de la comunidad LGBT son personas reconocidos así mismos, como Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales. En algunos países se le ha empezado a agregar una “I” al final de Indefinidos, por lo que la sigla completa quedaría como LGBTI. Para efectos prácticos de este artículo quedaremos solo en LGBT. El mundo entero ha entrado en una etapa importante debido a que en varios países han empezado a otorgar ciertos derechos a esta comunidad, tales como casarse, adoptar, acceder a herencias y pensiones de supervivencia, etcétera. En este sentido debo decir que yo, en mis plenas facultades mentales he apoyado que a estas personas se les otorgue estos derechos civiles. Uno de los motivos por lo que he apoyado esto, sobre todo el matrimonio, herencias y pensiones de supervivencia es porque son relaciones que se da entre adultos y con pleno consentimiento de las dos partes. Lo que dos adultos hagan es problema de ellos, punto.

En el caso de permitirle a los LGBT adoptar niños, también he expresado mi apoyo a esta idea, toda vez que los niños tienen derecho a crecer bajo un hogar que le pueda asegurar sus 5 derechos fundamentales consagrados en los derechos universales de los niños: Hogar, Educación, Salud, Recreación y Vestimenta. En ningún lado dice que los niños tienen derecho a tener un papá barón y una mamá mujer, por el contrario, ciencias como la psicología, han explicado en diferentes teorías que Papá y Mamá no tienen que ser barón y mujer, sino quien asuma adecuadamente el Rol. Claro, es entendible que los hombres no estén preparados para asumir un rol de mamá, y una mujer no estén preparadas para asumir un rol de papá, sin embargo, existen muchos ejemplos en donde esto si se logra. Indudablemente también existen muchos casos donde no se logra cumplir con dicho rol, pero esto no es algo exclusivo de la población LGBT. Es decir, existen numerosas parejas heterosexuales en donde un hombre no ha sido papá, y/o una mujer no ha sido mamá, esto debido al abandono emocional y afectivo que hacen para con los niños. En otros casos se ha visto de niños que crecen solamente con abuelas, tías, hermanas, etc, que cada una cumple ese rol (abuelas, tías, hermanas, etc) pero nunca de mamá, ni mucho menos de papá, pero a pesar de la ausencia de un rol, si se cumplen los 5 derechos fundamentales de los niños que ya explicamos: Hogar, Educación, Salud, Recreación y Vestimenta.

En este orden de ideas, si una pareja homosexual desea adoptar a un niño, que antes de crecer abandonado en hogares de paso y orfanatos, le pueden garantizar estos 5 derechos, yo Jorge Arango Castaño, padre de familia y heterosexual, apoyo y defiendo esta posibilidad.

Ahora bien, ¿qué ocurre con los pedófilos que están pidiendo ahora igualdad en derechos? Esta es una idea que de entrada NO voy a defender y me opongo rotundamente a que esto se dé y es donde quiero empezar a crear conciencia entre todos los lectores de este artículo para atajar cualquier posibilidad de cambio en este sentido.

¿Qué es un pedófilo? En términos castizos y simples, un pedófilo es un adulto que disfruta teniendo encuentros sexuales con niños, mayoritariamente con menores de 14 años. En algunos países, donde las legislaciones son más estrictas, se considera pedófilia cualquier contacto sexual de un adulto con cualquier menor de edad.

Cuando mencioné que una de las razones por las que apoyo a los LGBT dije que es porque se daba entre dos adultos plenamente conscientes de lo que están haciendo. En el caso de la pedófilia no hay dos adultos, hay uno solo y la otra parte de la moneda es un niño o niña en pleno proceso de formación y aprendizaje. Esto quiere decir que los encuentros sexuales de los pedófilos incluyen engaños, extorciones o incluso el uso de la fuerza hacia el menor involucrado. ¿Qué pretenden las personas que están haciendo estos lobbies? ¿Qué se les permita seguir engañando o forzando a un menor a tener encuentros sexuales? Nuestros niños y niñas deben seguir teniendo la absoluta protección por parte del estado en materia legal y por los demás ciudadanos en materia de seguridad. Ningún niño o niña menor de 14 años debe pasar por ningún acto de índole sexual. Lo único que estos menores tienen que preocuparse es por estudiar, formarse y recrearse sanamente.

¿Qué pasa después de los 14 años? Los jóvenes entre los 14 y los 18 años biológicamente están experimentando cambios biológicos que sin duda están plenamente relacionados con su desarrollo sexual y es cierto y posible que a partir de esta edad se comiencen a dar relaciones sexuales consensuadas incluso por los menores. Sin embargo, a nivel conceptual es importante resaltar que por mayoría estadística los casos de pedófilia que se conocen a nivel mundial siempre implica o engaños, extorción, o uso de la fuerza para dicho acto sexual, nunca un consentimiento puro de este menor para hacerlo.

Nuestros niños y niñas, mientras estén en un proceso de formación deben tener siempre la máxima protección, en este sentido si no se puede premiar la necesidad de unos adultos, repito, los derechos universales dicen “Los derechos de los niños priman sobre los derechos de los demás” y someterlos a actos sexuales no ayudan a ninguno de los 5 derechos fundamentales de ellos: Hogar, Educación, Salud, Recreación y Vestimenta, por el contrario, los niños que son sometidos a estos actos, crecen con problemas psicosociales que para lo único que contribuye es a deteriorar mucho más nuestra sociedad.

JORGE ARANGO CASTAÑO
PSICÓLOGO 
contador de visitas

viernes, 1 de julio de 2016

¿COLOMBIA NECESITA LA PENA DE MUERTE?

Han pasado unos pocos días desde que en la Habana se dio un hecho histórico para nuestro país: “El Gobierno y las Farc anuncian el fin del conflicto y el inicio del cese bilateral del fuego armado”. Sin duda un hecho que puso todo el país en vilo ante un mismo tema, tan solo comparado como cuando juega nuestra selección, pero esta vez no era Fútbol, era política, toda una proeza histórica.

Sin embargo, la unión no era total, al igual que cuando juega la selección, todos en Colombia queremos la Paz, pero algunos quieren que juegue Cardona, otros que James, otros criticando que, porque no llamaron a Teo, otros que hasta que Timochenko no debería ser defensa central… perdón, quise decir Senador, en fin, todo un país unido en el mismo tema, pero definitivamente no pensando en el mismo objetivo, que gran paradoja, típica solamente del “País del sagrado corazón”.

Pero como si no tuviéramos poco con tener que afrontar diferentes frentes en materia futbolística cubana, de repente el país entra en vilo y queda medio en jaque con el anuncio que ahora “Alias Popeye quiere ser Senador de la República”. A algunos, que medio leemos y entendemos de las leyes de Colombia, solamente nos da risa porque sabemos que eso, por ahora no es posible, salvo una nueva ley o incluso una constituyente. El resto y la gran mayoría que solo tiene de referente lo que digan los realities colombianos… perdón de nuevo, quise decir los noticieros colombianos se escandalizan y arman una tormenta política y social de algo que no tiene ni ton ni son…

Pero, ¿y si efectivamente fuera posible que Popeye pudiera ser Senador? El 90% de las críticas en contra que he escuchado para que se de este proceso es el terrible pasado de este señor. Pasado que todos conocemos y que sin duda nadie niega. Pero lo cierto es que este tipo estuvo 23 años pagando cárcel, y ante las leyes colombianas el señor ya no es un delincuente, no le debe nada a la justicia. Simplemente no puede ser elegido a ningún cargo público porque la ley colombiana, esa que la mayoría de los que ven los realities nacionales de Caracol y RCN… (otra vez perdón, eran noticieros nacionales) desconocen dice, que todo aquél que haya sido condenado así sea a 1 día de cárcel, no puede ser elegido para ningún cargo público

En ese orden de ideas al señor Popeye (y los miles de popeyes más que andan por ahí en silencio) no les queda más que ser emprendedor, porque como vivimos en el país de la censura eterna, dudo mucho que alguien lo contrate así sea de guardaespaldas… lo grave es que ser emprendedor en Colombia es más difícil que ganarse el Baloto 3 veces consecutivas y por eso la gran mayoría no les queda otra opción que volver a lo que saben hacer, ser delincuentes…

Pero, la pregunta es: ¿Para qué el gobierno gasta tanta plata y tantos recursos en cárceles y todo lo administrativo que esto implica si “esa tal resocialización no existe”? Y no existe porque sabemos que las cárceles en Colombia son realmente una universidad del crimen, y por la censura (tanto social como legislativa) eterna en la que viven los expresidiarios en este país. Siendo así entonces, ¿no es mejor que en Colombia todos los recursos que se desperdician en intentar resocializar a las personas, se inviertan en cámaras de gas y sillas eléctricas y así dejamos de tener tantas personas que la misma sociedad considera inservibles deambulando por ahí y previniendo que vuelvan a ser criminales?

Particularmente yo no soy amigo de la pena de muerte, quienes han podido leer mis demás entradas de este blog saben que para mí la muerte es un tema serio, y consideraría que un presidiario condenado a esta pena sería más premiarlo que castigarlo. Pero ¿ante la falta de recursos vitales que se podrían invertir en otras cosas como educación, salud, vivienda, infancia, etc, etc etc, y sobre todo recogiendo el sentir de la mayoría colombiana que, tanto en lo social, como en lo político, tienen poca tolerancia hacia los expresidiarios, no sería entonces la mejor solución?

GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLL de Jaaaaaamesssssssssssssss…


TRADUCCIÓN: No soy amigo de la pena de muerte, la vida se debe respetar por sobre cualquier cosa y a cualquier causa. Con esta entrada, más allá de resaltar la realidad social y política de nuestro país, quiero realmente invitarlos a que, si queremos vivir en un país en paz, tenemos que primero aprender a perdonar. Si no somos capaces de perdonar, y es válido, entonces tomemos conciencia del desperdicio de dineros mal invertidos, y optemos, cómo sociedad, por acciones que no nos obliga a aprender a perdonar, pero que sin duda nos lleva a una sociedad con personas más productivas…

JORGE ARANGO CASTAÑO
Psicólogo.
contador de visitas

viernes, 17 de junio de 2016

NO EXISTEN PERSONAS BUENAS NI MALAS

Llevo varios días (tal vez meses) pensando y analizando cómo hacer para retomar este blog. Fueron días de mucha lectura y situaciones y conversaciones tratando de buscar un tema que me enganchara nuevamente con escribir y compartir con ustedes algunos conceptos. Hice algunos borradores de escritos, pero al final ni yo mismo terminaba convencido, sin embargo, una situación vivida esta semana y un intercambio de conversaciones en diferentes momentos, pero sobre el mismo tema, dieron origen a esta premisa “NO EXISTEN PERSONAS BUENA NI MALAS”, que es la que finalmente me sirvió de chispa para retomar este espacio de expresión y opinión.

Yo hoy afirmo que NO EXISTEN PERSONAS BUENAS NI MALAS, sólo existen las personas. Eso no quiere decir que no existan las cosas buenas y las cosas malas, dos ideas totalmente distintas que explicaré a continuación.

El bien y el mal no lo considero como algo universal, ni siquiera natural. Algunas conjeturas que me llevan a afirmar esto es que justamente en la multiplicidad de sociedades que hay en el mundo, para algunas culturas lo que es bueno, para otras es malo. Las leyes en los países, incluyendo las penas por delitos cometidos varían de una cultura a otra. Incluso en lo instintivo, en el reino natural y ahí sí universal, encontramos también diferencias entre lo que puede ser bueno o malo, partiendo que en el reino natural lo que prima es la supervivencia, por encima de la convivencia. En este punto y rayando en la herejía, casi que se podría afirmar que, la razón humana es el gran enemigo del instinto de supervivencia en el reino natural. Aquí hago una aclaración, si bien la afirmación anterior, casi hereje, la doy por válida y cierta, no quiere decir que yo como persona la comparta, indudablemente soy un defensor acérrimo del uso de la razón por encima de cualquier cosa.

El ser humano en su evolución socio-cultural, utilizando el don de la razón, ha determinado lo que está bien o lo que no lo está. A lo largo de la historia hemos visto como cosas, acciones o demás que eran consideradas malas, ahora son aceptadas como buenas, y cosas que eran consideradas buenas, ahora son consideradas como malas. Esta situación es lo que corrobora que no son las personas buenas ni malas por sus acciones y/o pensamientos; las personas siguen siendo personas independientes de sus actos y motivaciones, es la sociedad en la que vive esa persona quien dicta las pautas de conducta aceptadas.

¿Por qué entonces no existen las personas buenas ni las personas malas? Sin importar las cosas que hagamos, todo en la vida tiene una causa y una consecuencia. Incluso en algunas ocasiones podemos hacer algo que socialmente está bien, beneficia a algunas personas que nos rodea, pero termina perjudicando o causando un mal a un tercero, ya sea de nuestro contexto o lejano al mismo, pero, al fin y al cabo, perjuicio, es decir, haciendo cosas buenas, también salen cosas malas, y haciendo cosas malas también salen cosas buenas.

Siendo fiel y responsable a mi profesión cómo psicólogo, no puedo dejar de lado que, salvo que una persona sea tratada y diagnosticada con algún grado y/o tipo de Psicopatía, todos lo demás mortales siempre cometemos actos buenos y malos prácticamente todo el tiempo. Si miramos en el caso de delincuentes (Entiéndase como delincuente aquella persona que en su cultura cometió un acto que era categorizado como malo y está pagando una pena por ello), encontramos que pese al mal social cometido, también realizan actos de bien para proteger y amar a otros familiares o seres cercanos. Por ejemplo, cometer un hurto, y a veces incluso delitos mayores, sólo por llevar la comida del resto de la familia de ese día. ¿recuerdan lo que hablábamos del instinto de supervivencia del reino natural?

En conclusión, NO EXISTEN PERSONAS BUENAS NI MALAS, salvo que hayan sido diagnosticada como psicópata, pues no existen las personas totalmente buenas o las personas totalmente malas, esto debido en parte a que las acciones que hagamos son buenas en un sitio y malas en otras. Ni siquiera poniendo a toda la población mundial de acuerdo en una misma cultura y leyes se podría no hacer esta afirmación ya que, es la misma historia y evolución humana quien, como ya lo dijimos ha demostrado que lo que hoy es bueno mañana puede ser malo y lo que hoy es malo mañana puede ser bueno, y si algo en el pasado fue malo, y hoy es bueno, no podemos decir que quienes hicieron eso en el pasado eran personas malas, no solo por haber hecho eso que hicieron, sino porque seguramente, a pesar del hecho, hicieron muchas cosas más que seguramente fueron buenas, y que quien quita, hoy las podemos considerar como malas.

Editorial: ¿y si aplicamos estos conceptos a lo que estamos viviendo actualmente en Colombia con el proceso de paz?


JORGE ARANGO CASTAÑO
Psicólogo.
contadores de visitas gratis

domingo, 14 de junio de 2015

LOS METRO SUBTERRÁNEOS, UNA CARCEL SOBRE RIELES DEL DÍA A DIA


En algún momento de la vida leí una historia que hoy más que nunca la traigo a colación. Es una de esas cosas fascinantes de cómo actúa nuestro cerebro, pues puedo jurar que por años nunca había recordado esta historia, pero que unos acontecimientos vividos recientemente la trajeron a mis recuerdos, como si la hubiera leído ayer.

La historia trata de un prestigioso empresario, que durante 10 años, de manera casi inalterable, transitaba diariamente por el mismo camino hacia su oficina, y de su oficina a su casa. Todos los días se quejaba del mismo trancón, de los imprudentes peatones, de la inclemencia del clima, etc. Fueron 10 años de la misma historia. Un día cualquiera su auto se averió, y tuvo que dejarlo en el taller, cómo era natural. Al día siguiente por primera vez en 10 años tomó un taxi para dirigirse a su habitual lugar de trabajo, pero esta vez él no era el conductor, era un pasajero más. El camino era el mismo, había el mismo trancón, el clima seguía inclemente, los peatones imprudentes, en fin, pero por primera vez, en 10 años pudo notar algo más, pudo notar que existían cosas que en su día a día, por la monotonía de conducir hacia su lugar de trabajo, él jamás había notado. Se dio cuenta que después de 10 años, la panadería que él recordaba en determinada calle, ahora era una lavandería. Se podría jurar a él mismo que en algunas ocasiones envío a alguien a disfrutar de dichos panes, y ahora sentía vergüenza al pensar que dichas personas nunca llegaron porque ahora era una lavandería, y él no sabría desde cuándo. Y así en el trayecto cotidiano se dio cuenta de cientos de cosas más que habían cambiado, tanto para bien como para mal, pero que simplemente él nunca había lo notado. La travesía en taxi hasta su oficina duró una semana, tiempo en el cual todos los días descubría cosas nuevas: niños jugando en los parques, cientos de personas esperando en los paraderos de los buses por sus transportes, la demolición de algún determinado inmueble para darle paso a una nueva construcción, ver aviones volando, o simplemente apreciar el cambio repentino del clima. Pasada la semana y una vez le devolvieron su carro, se prometió así mismo no volverse a quejarse del tráfico, pues era algo que él no podría controlar, y decidió más bien aprovechar cada segundo en que su vehículo se tenía que detener por alguna circunstancia, para apreciar el mundo que había más allá de su parabrisas, un mundo que él se había perdido durante 10 años.

Me acuerdo que días antes de yo comprar mi vehículo, que aún tenía que montar en los buses de mi ciudad, tuve varios episodios que en alguna red social manifesté iba a extrañar una vez me entregaran mi carro, por fortuna soy una persona que estoy casi siempre muy alerta a todo lo que pasa en mi alrededor, y tal vez por conocimiento previo de la historia anterior, o por mi forma de ver la vida, o por la mezcla de los dos, nunca he tenido la sensación de haberme perdido del mundo por estar conduciendo un auto, sin embargo si conozco de numerosas personas a las que dicha situación les ocurre, pero realmente mi verdadera impresión la viví hace unos días, donde sentí altos niveles de frustración, casi comparados con claustrofobia y mezclados con altas dosis de lástima y compasión hacia miles y miles y miles de personas de todo el mundo que viven un día a día en lo que desde ahora considero, una cárcel sobre rieles. Para mí, claramente una de las grandes catástrofes en contra de la humanidad.

Acabo de finalizar unas excelentes vacaciones familiares entre Sao Paulo y Rio de Janeiro, Brasil. Todo fue excelente y sin ninguna queja, ni siquiera lo narrado en estas líneas, pues para mí esto representa un alto grado de aprendizaje en mi afán por comprender los comportamientos humanos. Durante la instancia en ambas ciudades ya mencionadas, nuestro método de transporte fue el metro, algo que en mi imaginario solo conocía por el único metro que tiene Colombia, y que más adelante me referiré a él, y un fugaz paso de 1 día por el metro de Buenos Aires hace algunos años, que hasta ahora hago clic (o como dirían mis colegas Insight). Tanto en las películas como en relatos de otros viajeros, era conocido por mí la existencia de los metros subterráneos. De hecho, para escribir esta entrada hice una búsqueda rápida y el 88% de los metros que existen en el mundo son subterráneos. Sin embargo hasta ahora vengo a comprender el gran daño que estos le hacen al libre desarrollo de la humanidad.

El primer día inmediatamente lo noté, y no pude evitar en el acto ponerme en los zapatos de los miles de usuarios que lo utilizan a diario para dirigirse a sus lugares de trabajo, y me resistía a creer que me esperaban 4 días más de lo mismo. Encerrado en un tren en cuyas ventanas solo podría ver concreto a la velocidad del mismo y de vez en cuando una que otra publicidad cuyo único fin es lavarnos el cerebro y hacernos cada vez más consumidores. ¿Dónde quedaron las vistas a los edificios, parques, trafico, aviones, y en si todo lo bueno y malo que pueda ofrecer una ciudad día a día?

El segundo día, ya con mis sentidos claustrofóbicos alertas, me dediqué a observar el comportamiento de la gente. Intenté distinguir quienes serían los usuarios habituales del sistema y que se habían subido conmigo en la estación subterránea, y que además se bajaron en otra estación, que también fuera subterránea y que no tuviera conexión con otras líneas (Es importante aclarar que el recorrido que nosotros teníamos que hacer era bastante considerable, lo suficiente para analizar esta situación). El panorama fue desolador. Y pensar que hay miles de personas en todo el mundo (porque la misma situación se repitió con el metro de Rio de Janeiro) que día a día se transportan a sus lugares de trabajo sin saber que pasa en la realidad y que son bombardeados con publicidad que les lavan el cerebro, sin tener ninguna oportunidad de escoger nada. Y todavía creemos que la esclavitud fue abolida, y la realidad es que esta mutó.

En nuestro país estamos viviendo ahora la construcción del tal mencionado Metro de Bogotá, aquel que está en mora desde los años 50, y que la discusión actual es si se hace subterráneo o aéreo. El metro de Medellín es totalmente abierto, gran parte de este es a ras del piso y el resto aéreo, pero desde la estación de Sabaneta, hasta la de Niquía o hasta San Javier, el usuario de a pie, del día a día, que sólo tiene esta opción de transporte, al menos puede saber que ocurre en su ciudad a diario, que cambios hay, si ocurren cosas buenas o malas, etc. Pero pasarse la mayor parte de su tiempo de vida encerrado entre concreto y publicidades es sumamente cruel para cualquier ser humano, que lo único que hace es acrecentar la brecha de desigualdad social sin mencionar los efectos psicológicos que el encerramiento trae para cualquier sujeto. Casi me atrevería asegurar que tiene más libertades un preso, que los usuarios de este tipo de sistema, con el agravante que no tiene solución, pues claramente los metros del mundo no van a cambiar sus sistemas.

Ni que hablar de los que somos turistas. El recorrido que tuvimos que hacer durante 4 días, en la que tal vez es la ciudad más grande de Latinoamérica, sería un aproximado de 27 Km de distancia solo la ida; en carro una duración de casi 1 hora y 30 minutos mientras que en metro fueron unos 25 minutos. Sin duda el metro la mejor opción, pero ¿pudimos conocer a Sao Paulo?, solo pudimos conocer mucho concreto y avisos publicitarios. La experiencia en Rio de Janeiro no fue tan distinta. Salvo que por un recorrido que debió ser de unos 15 minutos en bus, por error nos montamos en el que iba en dirección contraria y dimos un paseo de casi hora y media por interesantes sectores de Rio de Janeiro, una experiencia totalmente diferente y donde pudimos apreciar más de la ciudad.

Guardo la esperanza que los responsables de la construcción del Metro de Bogotá puedan leer este escrito, y que lo tengan en cuenta a la hora de tomar la decisión final, la cual obviamente espero, deseo y hago el llamado para que sea en la superficie. Y aunque los demás metros del mundo, no van a cambiar sus sistemas, ojalá puedan hacer algo para remediarlo, aunque sea con pantallas que muestres lo que ocurre en la realidad, que al menos le permita al usuario tener opciones entre toneladas de concreto y bombardeos de publicidad.

JORGE ARANGO CASTAÑO

Psicólogo.

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sábado, 11 de abril de 2015

BARRANQUILLA: CIUDAD DE AMORES Y ODIOS


A propósito de la celebración de los 202 años de Barranquilla el pasado 7 abril, he querido dedicarle esta entrada de blog justamente a esta ciudad por haberme adoptado hace 17 años y en la que tal parece que me quedaré por quien sabe cuántos años más.

Debo empezar por decir que la historia va mucho más allá de los 17 años. Todo comenzó unos 5 años antes, entre los años 93 y 96 cuando por cuestiones laborales de mi Sr padre nos trasladamos a vivir de la ciudad de Medellín, a la Ciudad de Santa Marta, cuando yo contaba con 7 años de edad. Durante estos 3 años, fueron incontables las veces que íbamos a pasear a Cartagena debido a que allí vivía (Y aún vive) mi abuelo paterno. Es de decir que en esos tiernos años de mi segunda infancia, la imagen que a mí se me hizo de Barranquilla fue de total horror. El paso obligado que había que hacer por esta ciudad justo después del Puente Pumarejo ya sea para dirigirse a la Cordialidad, o la vía al mar, mostraban la peor cara que cualquier ciudad podría mostrarle a propios y visitantes, y más tratándose del intermedio entre dos ciudades tan turísticas como Santa Marta y Cartagena.

Con 7, 8, 9 y 10 años yo lo único que veía era miseria, pobreza, calles sucias y destruidas, inseguridad etc, etc, etc. Las pocas veces que tuve la oportunidad de entrar a otra parte de la ciudad tampoco ayudaba mucho, pues era a la Sociedad Portuaria de Barranquilla, pues mi padre tenía que ir allí a hablar con alguien o recoger algún documento, o las pocas veces que no nos trasladábamos en nuestro carro sino en bus intermunicipal y cuya terminal de transportes, en esa época quedaba en pleno centro cerca al Paseo Bolívar… Para los Barranquilleros desmemoriados, y los que no conocieron Barranquilla en aquella época créanme que era un verdadero desastre de ciudad, no había nada bueno que ver, ni una esquina donde amañarse, no había nada, absolutamente nada, y eso que lo digo desde la perspectiva de un niño menor de 10 años, cuya única premisa era “Yo jamás viviría en esta ciudad”… Oh oh!! En septiembre del 97 y después de haber regresado a vivir a Medellín, haber conocido y utilizado el metro, visitado grandes centros comerciales, y haber ingresado a la plena adolescencia, recibo la fatal noticia “Nos regresamos a vivir a la costa…” pero peor, no era Santa Marta, no era Cartagena... ¡Era Barranquilla! Frustración total. Por Meses me imaginaba mi casa al lado de uno de esos basureros que veía mientras viajaba a Cartagena. Estaba dejando atrás a amigos, familia, sueños, etc, por irme a vivir al que consideraba un vil basurero…

Es entonces cuando a regaña dientes y literalmente obligado, con la frustración al máximo nivel que pueda sentir un niño de 12 años llego a Barranquilla el 19 de Enero de 1998. La primera sorpresa que me llevé fue, que el edificio que sería mi primera morada en esta ciudad no quedaba al lado de un basurero, ni olía feo, es más, ni siquiera había calor, pues aún estaban en pleno furor las que más tarde conocería como las brisas de fin y comienzo de año.

Viviendo en Medellín, o más exactamente en Envigado, estudiaba en La Salle de Envigado, y al conocer la comunidad Lasallista, sabía que en Barranquilla había un colegio llamado Biffi – La Salle. Al verme resignado a mi inminente traslado de ciudad, lo único que le supliqué y prácticamente imploré a mis padres era poder estudiar en dicho Colegio, era una forma de al menos mantenerme unido al pasado que estaba dejando para no querer afrontar el futuro que vendría, y por fortuna, así fue, pude ingresar a continuar mis estudios de Bachillerato en el Biffi – La Salle.

Debo reconocer que aunque soy un amante de la naturaleza, y hacer planes de camping, y cosas por el estilo, desde niño he preferido las grandes ciudades, tal vez por aquel concepto de, entre más grande es la ciudad, más cosas hay por hacer, y la realidad es que para el año 98, Barranquilla era una ciudad grande, pero con muy pocas cosas que hacer, o al menos para las posibilidades de un niño de 12 años acostumbrado a otros ambientes, pues hoy día y reflexionando al respecto, aun me cuesta creer como crecieron mis amigos Barranquilleros, o de generaciones anteriores, como sobrevivieron a una ciudad netamente industrial y poco recreativa… pues la realidad es que lo hicieron, sobrevivieron.

En 17 años no solo he aprendido a querer y disfrutar a Barranquilla. Podría casi que dedicarle una entrada de blog larguísima a cada año vivido en la ciudad, pero no es el objetivo principal, o quien sabe, tal vez en un futuro me anime, pero ese aprendizaje a quererla, a disfrutarla a sentirla mi hogar, pienso que se dió paralelo al desarrollo comercial y de entretenimiento con mi formación como persona. Es decir, soy de Medellín y los que me conocen saben lo que amo mi tierra, y lo que la añoro y la disfruto cuando voy, pero allá siempre he tenido lo que he querido, incluso desde antes de nacer, en Barranquilla, sentí que ambos crecimos y nos desarrollamos a la par. Una ciudad que en el año 98 contaba con el único centro comercial de la zona norte, ‘Villa Country’ con dos salas de cine, y su mini mall ‘Country Plaza’, dos salas de cine independientes, ‘Cine Capri’ y ‘Cinemateca de la 84’ un Zoológico y ya, pare de contar, pues Barranquilla siempre había sido una ciudad, por su desarrollo industrial, carente de espacios públicos de esparcimiento, escasos y pequeños parques en Barrios que no satisfacían la necesidades de sus habitantes, donde yo aún me pregunto, ¿cómo sobrevivieron las generaciones anteriores a mí? Obviamente esa pregunta está cargada de mucha subjetividad por mis gustos personales de hacer cosas. Miro y analizo otras ciudades pequeñas de Colombia, carentes de todas las cosas que a mí me gustan y que hoy después de 17 años Barranquilla ya las tiene, y me costaría muchísimo estar en estas ciudades más de una semana.

Hoy después de 17 años me siento Feliz de haber crecido y formado en esta ciudad. De haber estudiado y graduado en el Colegio en que me Gradué, de haber conocido los amigos que conocí, y de haber encontrado a la esposa que encontré y el grandioso hijo que me regaló, de haber estudiado en la universidad que estudié, y de haber tenido los profesores que tuve. Hoy después de 17 años me alegro de saber que Barranquilla no es un basurero, y mejor aún, que realmente nunca lo fue, pues aprendí que no puedo condenar a toda una ciudad por errores administrativos que solo afectaban a una parte pequeña de la urbe, pequeña pero importante…

Hoy después de 17 años, Barranquilla ya cuenta con numerosos centros comerciales en la zona norte, solamente uno de ellos, supera en número las salas de cine que había cuando llegué. Hay más desarrollo a nivel de entrenamiento y esparcimiento familiar, como la construcción del Malecón sobre el Rio Magdalena,  y la construcción y remodelación de parques sobre ‘Bulevares’ como clara muestra del aprovechamiento del espacio público, al servicio de comunidad y lo mejor de todo, el cambio de aspecto que administraciones anteriores le han dado a la entrada de Barranquilla por la zona del Puente Pumarejo, ya es una zona limpia, organizada, ¿popular?, si pero esto no es inconveniente. El Paseo Bolívar fue remodelado y organizado, en fin, estoy seguro que niños de 7, 8, 9 y 10 años que viajen por tierra hoy en día de Santa Marta a Cartagena, no van a tener las mismas sensaciones que tuve yo hace cerca de 20 años, por el contrario verán una Barranquilla no solo agradable para visitar, sino tal vez, para un futuro vivirla.

Todas estas obras de desarrollo, han hecho que Barranquilla se convierta en casi la ciudad perfecta para mí. Si es cierto que ciudades como BogotáMedellín o incluso Cali, tienen 3843927429 cosas más que hacer, pero Barranquilla es una ciudad donde aún puedes decir en 10 minutos llego, y realmente en 10 minutos llegas. Solamente la semana pasada, pleno martes 5pm, me demoré tan solo 35minutos en recorrer en mi auto desde HomeCenter Norte hasta el Malecón de Barranquilla sobre el rio Magdalena. Si empleas esos mismos 35 minutos en las otras ciudades grandes, o incluso más pequeñas, pero caóticas, es muy poco el recorrido que se puede llegar a hacer, y ese es un privilegio que los habitantes de Barranquilla aún nos podemos dar.

¿Aún queda mucho por mejorar? Si claro que si, al igual que el desarrollo humano, el desarrollo de una ciudad nunca para, y como me siento privilegiado por sentir que mi desarrollo como persona se dio paralelo al desarrollo de la ciudad, estoy plenamente convencido que en la medida en que yo me siga Desarrollando, aprendiendo y Madurando, Barranquilla también lo seguirá haciendo.


Feliz cumpleaños 202 a Barranquilla.

JORGE ARANGO CASTAÑO
PSICÓLOGO

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jueves, 5 de febrero de 2015

CARTA ABIERTA AL CONJUEZ JOSÉ ROBERTO HERRERA


Respetado Abogado. Reciba un cordial saludo, aspirando que en verdad por cualquier medio digital, esta carta llegue a sus manos.

Sin darle más preámbulo al asunto, pues dadas las coyunturas actuales del país, lógicamente me estoy dirigiendo a su persona dada la magna responsabilidad que tiene en sus manos, donde se decidirá sobre el futuro de muchas familias de nuestra amada Colombia: “La posibilidad de adopción por parte de parejas homo-parentales”.

Mi nombre es Jorge Arango Castaño, soy Psicólogo, dedicado a la docencia desde hace más de 7 años, heterosexual, y padre de familia, y hago esta corta presentación, porque quiero dirigirme a usted desde estos 4 ámbitos que más adelante ampliaré, pero que todo se resume en que las parejas homoparentales cuentan con todo mi total apoyo, para que puedan adoptar niños, criarlos y ser cobijados por las leyes de nuestro país, y por supuesto, espero que con estas líneas, ellos también cuenten con su voto y apoyo decisivo.

 Cómo Psicólogo, tengo que decirle que mucho ya se ha hablado de estos temas, incluso desde comienzos de siglo XX importantes exponentes como Sigmund Freud, y Lacan hablan de la importancia de los roles que cumplen cada uno de los miembros de una familia. Es innegable que todo niño, NECESITA, de un papá, y una mamá, para su sano desarrollo y crecimiento. Sin embargo a nivel psicológico y afectivo, se ha logrado demostrar que padre y madre, no son necesariamente hombre y mujer, sino aquellos que cumplen a cabalidad con este Rol. En palabras más castizas, miles de madres, que quedan abandonadas por diferentes motivos, les toca a ellas, poder suplir su papel de papá, y muchas logran hacerlo. Ojo el papá no es el que cumple la función machista, ni la mamá es la que cumple la labor de limpiarlos y alimentarlos, no, las figuras maternas y paternas van mucho más allá de esto, cuyo origen de estas pobres concepciones, son las ideas de las diferentes religiones que por siglos, no han hecho más que reprimir el desarrollo de la humanidad.

Se sabe de incontables casos en donde la figura paterna la terminan asumiendo entonces o abuelos, o tíos, o incluso padrastros, pero también de casos donde los niños crecen, solamente con tías, abuelas, primas, etc, con ausencia total de la persona masculina, más no con la ausencia de una figura paterna, cuyo rol, lo cumplió a cabalidad esa madre, esa abuela, esa tía, esa prima. Mismo ejemplo aplica cuando los niños quedan sin su madre, y dicho rol es asumido tanto por abuelos, tíos, primos etc, y el niño tiene un perfecto y sano desarrollo en su crecimiento. Tampoco se debe dejar de lado, justamente que muchos crecen en sus hogares con un hombre y una mujer, pero con ausencia total del rol paterno o materno, así estos hayan sido sus procreadores genéticos. Es entonces donde se sobrepone la premisa de, tener una mamá y papá biológicos, no es garantía de tener una mamá o un papá de crianza, de hecho, la premisa psicológica para resumir todo lo anterior, como ya lo expliqué es “Papá y mamá no es hombre y mujer, sino quien cumpla cabalmente este rol”. Por su puesto, si este es cumplido por hombre, en el caso de papá, o por mujer en el caso de mamá, pues perfecto.

Como docente, la posición es mucho más sencilla. Aquel maestro que año tras año enseña a sus estudiantes con el mismo libro, es un maestro desactualizado. Hace 500 años la creencia era que, la tierra era cuadrada, y que esta era el centro del universo. Esto era lo que se enseñaban a todo el mundo (bueno a todo el mundo que tuviera acceso a la educación), pero 500 años después sabemos que, ni la tierra es cuadra, ni la tierra es el centro del universo, y por fortuna ya somos más los que tenemos acceso a la educación. Las teorías, los conocimientos, las premisas, van quedando obsoletas, y aquel que no evolucione con ellas también lo será. Haga memoria de su época de estudiante, ¿con que profesores se sentía usted más identificado, con el que repetía como loro una cátedra obsoleta, o con aquél que en el aula se atrevía a innovar y a hacer historia. Mi estimado amigo (permítame llamarlo así), usted tiene en sus manos la posibilidad de hacer una historia, que tarde o temprano, se va a hacer. Si usted da su voto negativo, no pasará nada, porque todo quedará como está hasta ahora, pero más adelante, otra persona volverá al debate, y será otro quien haga esa historia, será otro que comience a enseñar que la tierra es redonda, y que esta no es el centro del universo, y será este otro personaje el que recordarán por siempre, tal cual como hoy recordamos a Colón y a Galileo, mientras nadie recuerda siquiera, quienes eran los jerarcas cristianos que tercamente se oponían a aceptar estos dos conceptos.

Como heterosexual y padre de familia debo decir que estoy felizmente casado con una maravillosa esposa y un gran hijo. Nuestro proyecto de vida es tener tres, el cual el segundo será biológico, y el tercero definitivamente será adoptado o adoptada. Desde antes de conocer a mi esposa, siempre tuve la idea de algún día adoptar un niño o una niña justamente por ver a tantos niños abandonados en hogares sustitos, donde ahí si nadie cumple ni el rol de papá, ni el rol de mamá, ni ningún rol. Por fortuna, encontré que mi esposa tenía la misma visión, y nos pusimos de acuerdo en que tendríamos tres hijos, dos biológicos y uno adoptado. Las parejas homoparentales, no son distintas a usted o a mí, la sociedad en la que nos tocó vivir, nos lleva por un único camino en donde debemos estudiar, y posteriormente trabajar duro y parejo para salir adelante, independiente de la orientación sexual que tengan las personas. En este orden de ideas, tengo muchos amigos homosexuales, con sus parejas estables, incluso, mucho más estables en sus relaciones que personas heterosexuales, de ambos sexo. Conozco parejas homosexuales que son trabajadoras y preparadas tanto o más como usted o como yo, y que simplemente su orientación sexual es diferente, más no el deseo de poder incluso, tener su propia familia, con hijos a bordo.

Las personas homosexuales han logrado romper mitos importantes, hasta el punto que, ya no se les discrimina para poder donar sangre por ejemplo, porque se decía que todo homosexual era promiscuo. De hecho una de las causales para quedar descartado, sigue siendo que la persona sea promiscua en su actividad sexual, pero conozco de muchos heterosexuales con mayor promiscuidad que homosexuales.  Podría ahora enumerarle cientos de mitos que por fortuna han quedado ya rezagados, todos por importantes personas que se han atrevido a hacer historia, y lo mejor, es que han sido otros heterosexuales, como usted o como yo, quienes les hemos dado este reconocimiento a sus derechos, independiente de su orientación sexual. Vuelvo al ejemplo que le decía del maestro que hace historia. Anteriormente la mujer tenía innumerable prohibiciones, tales como trabajar, votar, estudiar, manejar, etc. Hoy todo se le es permitido a la mujer, ni hablar de las personas de otras razas, quienes también fueron abiertamente discriminados, y al final fueron otros blancos quienes le dieron oportunidad a los negros, otros hombres quienes le dieron oportunidad a las mujeres, ¿será usted mi estimado doctor, el heterosexual, que se sumará a otros que también le han dado oportunidad a los homosexuales?  

No puedo dejar de escribir estas líneas sin tocar el tema religioso, donde las iglesias en general están haciendo mucho contra peso para que esta decisión no se dé, sin embargo, tanto a usted como a ellas, simplemente les digo que conozco de muchos homosexuales que van a misa y comulgan, que van a sus iglesias evangélicas y protestantes y viven sus ritos perfectamente, si cierto, ocultando su identidad sexual a sus líderes religiosos, (aunque ese es tema de otra discusión) pero conviviendo en comunidad. Pero al mismo tiempo también conozco de muchos heterosexuales que maltratan a sus esposas y el domingo le dan la paz en la misa a todo el mundo y hasta comulgan, conozco de muchos heterosexuales que sus despedidas de solteros y solteras son unos verdaderos bacanales romanos, y días después están jurándole amor eterno a su nuevo esposo o esposa. Conozco de muchos heterosexuales que se divorcian y vuelven a casar, y siguen comulgando en las misas y así, miles de cientos de ejemplos más que podría seguir dando, entonces, si el argumento es que la adopción de parejas homoparentales va en contra de los preceptos de algún dios, pues que esto sea realmente entre estas personas y ese dios, no con la injerencia de ningún otro hombre, pero, lo más importante de todo, es que Colombia, con la constitución del 91, y esto mi querido amigo, sabe usted más que yo, pasó a ser un estado Laico, libre de cualquier injerencia religiosa, donde incluso, gracias a esto, se le dio cabida a que otras creencias fueran libres de expandirse en nuestro territorio, pero además así como conozco de muchos homosexuales que practican alguna religión, también conozco de gran cantidad, que no pertenecen a ninguna religión, y sus derechos como seres humanos y como personas, no pueden quedar sujetas a ideas religiosas que ni ellos practican y que nuestra constitución “Gracias a Dios”, dejó a abolida en 1991.

La misma constitución, esa que usted conoce más que yo, dice claramente que en el artículo 43 que “La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades” y las personas homosexuales, por su condición sexual, no dejan de ser ni hombres, ni mujeres y basados en esta misma premisa, todos los seres humanos tenemos derecho a tener una familia, conformados por un papá y una mamá, y como ya se ha dicho en este escrito y muchos otros, papá y mamá son roles que pueden ser asumidos cabalmente por terceros, independiente de su orientación sexual.

Algunos otros argumentos en contra de esta importante decisión es la creencia que los niños criados con pajeras homoparentales, también van a ser homosexuales. Ante este argumento solo tengo que decir, que, hoy en día todos los homosexuales que existen son porque obviamente vinieron de una relación heterosexual. En el caso mío, lo tengo muy claro, en mi relación familiar, que es hasta ahora heterosexual, mis tres hijos contarán con mi total apoyo en cualquiera que sea la orientación sexual que libremente ellos decidan desarrollar.

Termino esta carta amigo mío confiando nuevamente que esta pueda llegar a sus manos, leerla, reflexionarla, y que finalmente le ayude a tomar la mejor decisión por el bienestar de nuestro país, un país que se dice libre de cualquier presión cultural, religiosa, social y política. En sus manos está preservar estas cualidades, pero por sobre todo, tenga siempre presente que tiene la posibilidad de hacer historia, o que tarde o temprano, algún otro la hará. No lo olvide, la tierra es redonda, y no es el centro del universo.

Me despido cordialmente

JORGE ARANGO CASTAÑO
Psicólogo, Docente, Heterosexual y Padre de Familia.
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domingo, 14 de diciembre de 2014

No hay que tragarnos sapos, para alcanzar la paz.


Si bien el principal propósito de la creación de este blog era poder compartir opiniones y reflexiones académicas sobre todo relacionadas con la psicología del Ser, siempre supe, desde la escogencia del título del mismo, (SUJETO, PENSAMIENTO Y SOCIEDAD), me permitiría darme unas licencias para de vez en cuando emitir una nueva entrada, como un 'bonus track' sobre cualquier tema que me inspirara lo suficiente para tal fin, y he aquí el primero de ellos. Definitivamente con motivo a los diálogos de paz de La Habana, los cuales apoyo totalmente que se den, pero sin tener que tragarme ningún sapo.

Hace algunos años me recomendaron un libro, que a mi juicio me parece excelente, y mi esposa asegura que lo pongo en práctica todo el tiempo que se llama “Si… ¿De acuerdo? Como negociar sin ceder” Hoy estoy más convencido que nunca que los miembros de la delegación de Las FARC leyeron ese libro, y los negociadores por parte del gobierno, ni por enterado si quiera de su existencia. Hoy, como colombiano que anhela vivir en un país, al menos sin guerrilla, o sin conflicto armado, me siento en la obligación de intentar por estas líneas, y los medios virtuales, darle una 'ayudita' al Gobierno, y decirles de la existencia de este excelente libro.

Es importante dejar claro desde un comienzo que para nada soy cercano a las políticas y pensamientos del expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, insisto una vez más que apoyo totalmente que se estén dando los diálogos en La Habana, incluso apoyo totalmente que se den dichos diálogos en medio del conflicto armado y sin cese bilateral, pues quienes tiene que dejar las armas es la guerrilla, no las fuerzas legítimas del gobierno.

Sin embargo debo decir que ya estoy cansado de ver en los diferentes medios de comunicación la frase del presidente santos de “Para alcanzar la paz, tenemos que tragarnos algunos sapos”. Presidente Juan ManuelSantos, yo que voté por usted a su reelección convencido que los diálogos es el mejor camino, me permito con respeto decirle que no, que no tenemos que tragarnos ningunos sapos para alcanzar la paz, o por lo menos, no los sapos descarados, que nos quieren hacer valer.

Me permito hacer una analogía, incluso gráfica, y de acuerdo al libro que les recomiendo leer, sobre que sapos si debemos tragarnos, y cuales definitivamente serían peligrosos seguir permitiéndolos.


Presidente Juan Manuel Santos y miembros del equipo negociador del gobierno. Si definitivamente hay sapos que tenemos que tragarnos, pues que estos sean basados en una exquisita receta culinaria y para ello un delicioso (y valga decir que me encanta) plato de Ancas de Rana.

Que Alias Romaña y Timochenko viajen o no viajen regularmente a La Habana a negociar, con o sin autorización del gobierno, a mi como Colombiano del común (pero puedo incluir a cientos con los que he conversado del tema), no nos afecta. Este bien puede ser una de esas exquisitas ancas del plato.

Que los miembros negociadores de Las FARC se tomen fotos en yates por el caribe, también hace parte de otra exquisita anca del plato, y así podría mencionar 5 o 6 situaciones más, que realmente son inverosímiles para el trasfondo de los procesos de paz que se están llevando a cabo.

Pero ¿a que lleva toda esta analogía culinaria? Pues muy sencillo, la principal característica, en este caso, de un buen plato de Ancas de Rana, no es la cantidad de batracios que haya en el plato, sino que absolutamente todos, están muertos, bien fritos y con un excelente sabor. Es decir, realmente estos no hacen ningún daño, ni al proceso de paz, ni al país, ni a colombianos del común como yo. Solamente afecta a aquellos enemigos a toda costa del proceso. Sin embargo como para ellos no habrá nada que los satisfaga, más que la terminación del proceso, pues, quedan eliminados de esta analogía por si solos.

Recalcando una vez más que si apoyo el proceso de paz, porque creo que jamás habíamos estado más cerca de lograrlo en 50 años, si debo decir, que como colombiano del común que soy, me indigna muchísimo artículos como el que sacó El Heraldo de Barranquilla el día de hoy, justamente titulado “Los cinco “sapos” que hay que tragarse con las FARC” y que valga decir, no hago esta entrada solo porque un solo medio lo haya dicho. Parte de mi labor diaria, y como buen paisa madrugador que soy, es la de leer, no menos de cuatro medios periodísticos al día, a veces más, todos ellos de diferentes corrientes socio-políticas, justamente para poder hacerme una posición neutral de las diferentes cosas que pasan en el país.

Lo peligroso de estos tipos de sapos que usted, Presiente Juan Manuel Santos, y su equipo de negociación en La Habana nos quiere hacer tragar, y que al parecer usted también está dispuesto a hacerlo, es que, a diferencia del plato gourment descrito anteriormente, estos sapos están todos 'vivitos y coleando', y tal cual como se describe en la gráfica aquí usada, definitivamente van a terminar asfixiando a nuestra amada Colombia, y temo, que tarde o temprano estos sapos, para nada inofensivos, terminen por hacer minar el proceso de paz, al menos de la buena opinión que tenemos aún muchos Colombianos sobre el proceso, que al final, se supone, somos los que refrendaremos dicho acuerdo.

Debo decir que a la larga a mí no me preocupa en absoluto, que un Timochenko, o un Ivan Marquez, o cualquiera de ellos, en un futuro, corto, mediano o largo, sean candidatos a cargos públicos, y que incluso lleguen a ganar. Parte de este proceso implica que realmente tenemos que aprender a perdonarlos, no importa el daño que hayan hecho, y obviamente con las garantías suficientes de que no se volverá a repetir. Bien tenemos el ejemplo de Antonio Navarro, y Gustavo Petro, que no solo han sido reiterativos candidatos, sino que han logrado vencer en las urnas, y también resaltable el regreso a la escena política de Aida Avella (aunque valga aclarar que jamás he votado por ellos, “ni lo volvería a hacer”), en donde los dos primeros fueron militantes de grupos guerrilleros amnistiados, y la segunda como afín a un brazo político de las guerrillas, creado en los 80, como un intento de dejar las armas y pasar al escena pública.

Sin embargo, para que realmente los colombianos (esos del común como yo, y miles más que me rodean) podamos lograr ese perdón que tanto se promulga que debemos tener para el proceso, no podemos seguir aceptando que Las FARC sigan diciendo que son víctimas y no victimarios, que no secuestran, que no reclutan niños, que no son narcotraficantes y que no atenta contra la población civil, entonces, en 50 años de una guerra fratricida, ¿no tenemos nada que perdonarles a ellos y por el contrario les salimos debiendo?  Estoy de acuerdo de que el estado también ha tenido mucha responsabilidad en la guerra, sin duda este también debe pedir perdón y nosotros los colombianos también debemos perdonarlo, pero vemos es una actitud pasiva por parte de los negociadores del gobierno. La paz es importante, pero ¿si vale la pena lograrla a cualquier costo simplemente por lograrla? Presidente Juan Manuel Santos, de corazón, de colombiano a colombiano que quiere la paz, y que apoya los diálogos en La Habana, léase el libro que le recomiendo y haga que sus negociadores, lo lean y lo practiquen, estoy seguro que será una gran herramienta para que se cumplan los objetivos deseados, y es, que en Colombia, por fin tengamos PAZ.


JORGE ARANGO CASTAÑO
Psicólogo.
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