¿Cuánto tiempo ha pasado?, se preguntaban unos a otros, y ninguno podía dar una respuesta coherente. Algunos sentían que eran años, otros meses, o semanas, el caso es que cada vez que estaban cerca de ella, sus energías disminuían, se sentía el aire pesado, y casi ni podían respirar. Casi no podían recordar cómo era cuando ella no había llegado, y cuando algún recuerdo de esos afloraba, lo sentían como si de alguna vida pasada se tratara. La realidad es que apenas habían transcurrido menos de dos meses desde que había llegado, pero siempre estaba mal humorada y se notaba en la forma impositiva de tratar a las personas. Así entonces, como si de un salón de primaria de colegio se trataba, cuando por algún motivo ella salía de su puesto de trabajo, los demás compañeros hacían fiesta y volvían a ser ellos mismos. De repente, notaron que algunas pocas veces su comportamiento era distinto, intentaba ser amable y empática y hasta sonriente. ¿qué o quién la habría hecho cambiar?, la felicidad había durado pocos días, de repente todo volvía a sentirse pesado e incómodo. Uno de sus compañeros de trabajo recordó que en la universidad tuvo una profesora con ese mismo comportamiento, y sabían que los pocos momentos de "buena gente" que tenía, era cuando su novio estaba cerca, y cuando se ponía insoportable, es porque su novio se había ido de viaje. Es como si te robara las energías de tu alma, en compensación de cuando no puede hacerlo con su propia pareja. ¿Será que alguien se podrá sacrificar, por el bien del resto del entorno laboral?
JORGE ARANGO CASTAÑO
Todos los derechos reservados
Jun 27 de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario