La junta estaba reunida. Llevaban varias horas discutiendo la situación y barajaban toda clase de posibilidades. Nadie sabía que esa reunión existía, era totalmente secreta, pero ocurría siempre una vez cada seis meses para revisar y supervisar que ocurría en la ciudad. El análisis era claro, se había hecho una inversión gigantesca en los últimos dos años en unos equipos contra incendios que poco se habían utilizado y justamente, uno de los que había invertido grandes cantidades de dinero para estos equipos, hacía parte de esta secreta junta. Al final, la decisión fue unánime, la ciudad necesitaba nuevos héroes a quien admirar, lo cual y de carambola, les permitiría quitar la atención de los medios y la ciudadanía en general de otros problemas más complejos que también afectan a la ciudad. El resultado no ha podido ser mejor, en los primeros 6 meses del año se presentaron más situaciones de incendios que los registrados en los 3 años anteriores. Los equipos contra incendios funcionaron a la perfección y la ciudadanía se debatía entre admirar a sus nuevos héroes y descubrir qué o quién o por qué ocurrían estas cosas, totalmente extrañas en la ciudad en años anteriores. Los 6 miembros de la junta estaban satisfechos y esperaban ansiosos la próxima reunión dentro de seis meses para tomar nuevas decisiones.
JORGE ARANGO CASTAÑO
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Jul 11 de 2019
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