jueves, 21 de marzo de 2024

12 LUZ VERDE

Siendo aún muy joven, la vida le dio la oportunidad de ser mamá por primera vez de una niña. Lógicamente se convirtió en su principal motivo de vida, y cada día se dedicaba a ser una mejor mamá para su pequeña hija. No fue una tarea fácil pues se dio la ruptura con el papá de la niña y emprendieron esa dura tarea de crianza estando separados. A los pocos años su instinto materno se volvió a despertar y su deseo de volver a ser mamá se convirtió en una prioridad, sin descuidar a su primera hija. En ese momento la vida le dio un golpe duro, ya que por unos chequeos médicos se determinó, que médicamente sería imposible que volviera a tener hijos. Veía como su sueño de ser mamá se derrumbaba y aunque habían personas que no pertenecían a la rama médica y tenían otras creencias y le decían que sí iba a tener más bebés, ella sentía su sueño frustrado. 

Al cabo de muchos años, Llegó un nuevo compañero a su vida. Iniciaron una relación de pareja, y rápidamente se proyectaron en un futuro juntos. Ella le comentó que su mayor sueño era volver a ser mamá, y él también quería volver a ser papá, pues ya lo era de otros dos hijos. Ella, con lágrimas en los ojos le contó de su inconveniente médico, él con plena tranquilidad le dijo que fueran a una nueva consulta para entender mejor de que se trataba. El veredicto fue el mismo. Posibilidades de menos del 2% de quedar embarazada. Ni tratamiento médico alternativo ofrecían. Ella salió destrozada de dicha consulta, y él, muy tranquilo le dijo: - Yo sé que si vamos a tener un bebé, confía en mí - Desde ese día, él ponía sus manos en su vientre, imaginaba una luz verde que la rodeaba, y se hacía mucho más intenso en la zona donde debía crecer un bebé. La luz verde, de acuerdo a ciertas creencias, significa sanación. Pasaban los días y los meses, y aparte de como pareja hacer la respectiva tarea, él ponía siempre sus manos y repetía el ritual. Cada mes que pasaba era un sufrimiento para ella al ver que su periodo menstrual llegaba, en vez de quedar embarazada. Él la comprendía y le tenía toda la paciencia del universo encima y seguía con la fe intacta que un bebé llegaría. 5 meses después, la feliz noticia llegó. Quedaron embarazados contra todo pronóstico clínico. Aquél médico que los vio 5 meses antes no creía que fuera posible y durante un par de semanas pensó que se trataba incluso de algo psicológico. Pero cuando los demás resultados fueron contundentes, este no tuvo más remedio que aceptar que venía un embarazo en camino y ahora como médico debía ponerse al frente de la situación. Ahora esperan una niña totalmente sana, y no hay día que el padre no ponga los manos en el vientre de la mamá, alternando entre luz verde de sanación y luz amarilla de prosperidad. 


JORGE ARANGO CASTAÑO 

Todo los derechos reservados. 

Abr 11 de 2019

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