jueves, 21 de marzo de 2024

11 SIRENA

Después de 8 meses de estar en alta mar, la tripulación compuesta únicamente por 12 hombres, no sabían nada de lo que había pasado en el mundo durante esta expedición, la cual era de vital interés para la compañía para la que trabajaran que cumplieran todo al pie de la letra. No tenían contacto con nadie, porque en esos 8 meses no habían pisado tierra firme. Solo se dedicaban, día y noche, a recolectar muestras de material oceánico, y aún tendrían que hacerlo por otros 8 meses más, antes de ver nuevamente a alguien distinto de sus 11 compañeros de viaje. En el día 218 de la expedición, notaron algo muy extraño. A lo lejos divisaron lo que parecía los restos de otra embarcación, pero que se notaba que llevaba años a la deriva, pero que mostraba signos de estar habitada. Hicieron los respectivos llamados de protocolo en códigos de auxilio en más de 10 idiomas y códigos internacionales, y no hubo ningún tipo de respuesta. El capitán tomó la decisión de acercarse a dicho naufragio. Notaron que la mitad del mismo estaba bajo el agua, pero no se hundía más a causa de una extraña roca a mitad del mar, con la que seguramente habían encallado. La otra mitad de la nave seguía a flote. La sorpresa de los 12 navegantes fue mayúscula. Evidentemente la nave a la deriva estaba habitada. Los 12 quedaron totalmente hipnotizados por 12 sirenas que salían a la superficie constantemente. Creían que estaban en un cuento de hadas, pues es el único lugar donde sabían que hablaban de las sirenas, pero aquí lo estaban comprobando en vivo y en directo, eran reales, y eran 12. Cada uno se sintió atraído por una de las sirenas, ahí estaban con sus esveltos cuerpos, y su cola de pescado, encantándolos con sus cantos de sirena, mientras se trasladaban de vuelta a su barco. Después de 218 días en altamar sin ningún contacto con nadie más, pasaron la mejor noche de sus vidas, lleno de cuantas lujurias se pudieran imaginar. Antes del amanecer, cada una de las sirenas había abandonado el barco, y con los primeros rayos del sol, se fueron despertando uno por uno de los miembros de la tripulación. Todos recordaban lo que había pasado, pero nadie hablaba de lo sucedido, como si todo hubiera sido un sueño colectivo. El silencio fue tal, que el tema rápidamente fue olvidado y nunca más mencionado. Sin embargo, no contaban con algo. Al ser un barco de investigaciones científicas, y de recolección de información, todo lo que ocurre en la nave, las 24 horas del día, es trasmitido vía satélite a la base central del centro de investigaciones. Los compañeros que estaban en tierra quedaron anonadados y sumamente impactados al ver todo lo que ocurrió en aquel barco, al ver que sus 12 compañeros se sometieron a todo tipo de lujurias con una camada de manatíes que eran muy común encontrar en esa zona del océano. 

JORGE ARANGO CASTAÑO

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Abr 4 de 2019

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